El Senado de la República se convirtió este miércoles en escenario de un enfrentamiento físico entre el dirigente nacional del PRI, Alejandro “Alito” Moreno, y el presidente de la Cámara Alta, Gerardo Fernández Noroña, durante la sesión de la Comisión Permanente. El altercado, que incluyó empujones, jaloneos e incluso golpes, obligó a la Mesa Directiva a suspender la sesión durante 20 minutos y dejó como saldo un trabajador legislativo lesionado.
El origen del conflicto
El episodio inició cuando “Alito” Moreno reclamó airadamente no haber recibido la palabra antes de que Fernández Noroña, en su calidad de presidente en turno, diera por concluida la sesión. Los reproches rápidamente subieron de tono, Moreno se levantó de su escaño y se dirigió hacia Noroña, con quien comenzó una acalorada discusión.
Todo el salón plenario observó la pelea en la que Moreno empujó primero lo que desató la trifulca. En segundos, otros legisladores y personal de resguardo intervinieron para separar a ambos políticos, aunque en el manoteo también resultó agredido el fotógrafo de Fernádez Noroña.
Escalada y participación de terceros
Durante la pelea, el diputado priista Carlos Mancilla se involucró directamente contra el presidente del Senado, lo que encendió aún más los ánimos en el salón de plenos. Las agresiones desataron el caos durante la sesión que era transmitida en vivo por el Canal del Congreso y obligó a los elementos de resguardo parlamentario a intervenir para controlar la situación.
La Mesa Directiva, ante los hechos violentos inmediatamente se decretó un receso.
Consecuencias inmediatas
Tras el altercado, Fernández Noroña acusó a “Alito” Moreno de haberlo amenazado con “partirle la madre”, y adelantó que Morena y sus aliados presentarán denuncias penales y solicitarán el desafuero del dirigente priista.
Por su parte, legisladores de Morena calificaron a Moreno como un “violento peligroso” e insistieron en que no se puede normalizar este tipo de conductas dentro del Congreso.
Desde las cuentas oficiales en redes sociales del Senado se culpó de la pelea al legislador priista.



