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¡Esto es el Clásico! El Clásico de goles y drama. El FC Barcelona se impuso 4-3 al Real Madrid en un duelo que parecía concierto de Travis Scott. Remontadas, polémicas arbitrales y un Kylian Mbappé desatado que, a pesar de su hat-trick y dar un partidazo, no pudo evitar la derrota de los merengues.
El silbante del encuentro, Hernández Hernández, no tuvo su mejor día. Tomó decisiones que encendieron los ánimos en ambos bandos, su actuación claramente dejó mucho que desear, sobretodo en un partido de este calibre .
El partido comenzó con un Madrid que tenía ganas de ser campeón, que en apenas 14 minutos ya ganaba 0-2 gracias a un doblete de Mbappé. Pero el Barça, fiel a su estilo de esta temporada, no se rindió y respondió con una remontada épica. Goles de Eric García, Lamine Yamal y un doblete de Raphinha pusieron a los culés por delante antes del descanso . Mbappé completó su triplete en la segunda parte del encuentro, pero no fue suficiente para evitar la derrota, los Catalanes, supieron levantarse del golpe de la eliminación en Champions.
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Con esta victoria, el Barcelona prácticamente sentencia LaLiga, sacando una ventaja de siete puntos sobre el Real Madrid a falta de tres jornadas. El equipo de Hansi Flick, en su primera temporada al mando, está a un paso de conseguir el doblete nacional, tras haber conquistado también la Copa del Rey.
Por su parte, el Madrid de Carlo Ancelotti que se despide así de los clásicos, atraviesa una temporada para el olvido: eliminado de la Champions, derrotado en la final de la Copa del Rey y ahora superado en LaLiga por su eterno rival. La defensa merengue, deficiente por las ausencias de Rüdiger, Mendy, Alaba, Carvajal y Militão, terminó recibiendo ayer en un baile flamenco. A eso se sumó un capitán sin liderazgo, muy limitado en su juego. Un canterano que tuvo la gloria en sus manos, pero al que le temblaron las piernas en el momento clave. Una bola de nieve de errores, ausencias y fallos que terminaron en : 1.- Darnos un resumen de lo que fue la temporada Blanca y 2.- Entregarle la corona de España al Barcelona.
¡Gracias fútbol por existir!
